Nombre PJ : Emily J. Bronte
Edad: 16
Raza : Humana
Tamaño : 1,59
Clase : Aristocrata
Dote de Clase: Voluntad de Hierro
Aptitud Especial de Clase: Acceso ilimitado
Dote : Agil
Aptitud Especial [de nivel 1] : Escurridizo
Ventajas :
- Don de lenguas [10]
- Intuición [15]
- Maternal [5]
- Buena Fama [10]
Desventajas :
- Bajo umbral de dolor [15]
- Dementofobía [5] ( miedo a enloquecer)
- Represión [10]
- Vanidoso [5]
Equilibrio mental: +5
Atributos :
Fuerza: 2
Resistencia: 4
Destreza: 2
Carisma: 3
Manipulación: 2
Apariencia: 3
Concentración: 3
Inteligencia: 3
Astucia: 2
Habilidades :
Agilidad, Engaño, Labia, Pericia nen. (todas con cuatro puntos)
Historia:Se puede decir que Emily fue un feliz accidente, nadie esperaba su nacimiento pero nadie se quejó una vez pudieron ver sus hermosos ojos Grises. Nació a medianoche justo cuando sonaban las campanadas en una enorme mansión ubicada en las montañas. Rodeada de lujos y comodidades, creció sintiendose muy feliz bajo el cuidado de sus padres y su hermano mayo Ethan que tenía nueve años cuando ella nació.
Sus padres tenían que viajar mucho para atender sus negocios por lo que Emily fue criada principalmente por el mayordomo en jefe de la familia y quién más la acompañó fue su hermano, quien a sus diez años ya había comenzado a practicar el nen y la pequeña niña que apenas sabía decir unas pocas palabras se divertía mucho observandolo.
Era un día soleado Emily cumpliría seis años, toda la mansión estaba alborotada porque no solo celebrarían que la pequeña había cumplido un año más de vida si no que además el hijo mayor de la familia que ya tenía 15 años volvería al fin con su licencia de cazador. Ninguno podría imaginar en aquel entonces que aquello que tanta euforía les causaba se convertiría en una terrible desgracia que marcaría ese día para siempre.
Emily estaba arreglandose para la fiesta cuando escuchó que al fin su hermano había llegado, pero no fue de inmediato porqué aún no estaba lista y ella quería verse hermosa para recibirlo. Mientras tanto en la habitación de sus padres estaban ellos e Ethan (se lee ithan) quien se había ofrecido a servirles algo para celebrar su nuevo logro.
- ETHAN!!! ya estoy lista... ven a ver lo guapa que me veo, he crecido mucho desde la ultima vez que nos vimos- la pequeña corría animada hacía el dormitorio de sus padres.
- Sacala de aquí- comento con seriedad muy palido el mayordomo de la familia.- rapido...
Un liquido color carmesi escurrió por debajo de la puerta, eso fue lo ultimo que la niña vio antes de desmayarse. En efecto su hermano había matado a sus padres y luego había huido, todo indicaba que era un acto premeditado, aunque nadie sabía el porque de sus acciones. Enfrentarse de pronto a la muerte de sus padres en manos de la persona que más quería en ese momento tuvo un extraño efecto en la pequeña.
Emily reprimió aquel recuerdo, si bien era conciente del suceso parecía que la conexión con las emociones que debía producirle se había roto, quizás era la manera que tenía su mente de protegerla. La mitad de la herencia le correspondia y su hermano jamás reclamó su parte por lo que se vio rodeada de lujos que le ayudaron a ignorar el dolor que debía sentir. El jefe de los mayordomo se convirtió en el tutor oficial de la pequeña ( como lo habían dejado sus padres en el testamento en caso de que fuera necesario) y se dedico a manejar el hogar, criarla, enseñarle todo cuanto le pareció prudente y manejar sus negocios. Como curiosidad Emily cada vez que ve sangre siente un cosquilleo muy placentero, no importa cual sea la razón de que la persona en cuestión esté sangrando o cuanta sangre haya y aún así es muy vulnerable a sentir dolor fisico por lo que lo evita tanto como le es posible.
Hoy en día Emily tiene 16 años y su mayor deseo es encontrar nuevamente a su hermano pues hay varias preguntas que necesita responder... ¿porque mató a sus padres? ¿porque lo hizo en el día de su cumpleaños? y sobre todo ¿Porque no la mató a ella también?. La duda a veces no la deja dormir siente que sin esas respuestas no podrá vivir en paz.