Historia:
Madara el general del ejército chileno, caracterizado por ser el mejor guerrero una maquina de destrucción masiva un ciber sin sentimientos y lleno de odio.
El éjercito de Madara no conocía rival y cada vez ansiaba ganar más batallas y así crear un gran ejército. Hasta que un día se enfrentó con su destino...
Un gran ejército de bárbaros le hizo frente hasta tal punto que quedarón él y el jefe bárbaro. Madara sabía que esa batalla estaba perdida pero se negaba ante la derrota y pidió ayuda al mísmisimo kuroro-lucifer, a cambio de su alma.
kuroro aceptó la propuesta, bajó a la Tierra y le hizo entrega de una Sturmgewehr 44
Un arma tan letal que fue cuestion de segundos para dar muerte al jefe barbaro y así conseguir la victoria. A partir de ese momento, Madara se convirtió en el fiel guerrero de kuroro-lucifer esparciendo violencia y guerras ordenadas por él.
En una de las misiones ordenadas por Kuroro,la cual consistia endestruir y quemar una aldea. Mientras los soldados quemaban y mataban a la gente, Madara se dirigió a al templo de la aldea. En el camino se le cruza el monje de la aldea advirtiéndolo de que no entrara y sino lo lamentaria el resto de su vida.
Madara, haciendo caso omiso a las advertencias del meonje, entra en el templo matando a todo el mundo poseído por una furia ciega que no le permitía ver a quien mataba. Cuando no quedó nadie vivo se dio cuenta que allí estaban su mujer y su hija. Madara pensando que había dejado a su mujer y a su hija en Esparta llama a kuroro para que le de explicaciones sobre lo ocurrido.
Kuroro intenta convencer a Madara que sin su familia de por medio, se convertiría en el guerrero perfecto. Ese era el plan de Kuroro, despojarlo de cualquier otra cosa que no sean las crueles matanzas ordenadas por él. Pero Madara se siente culpable por la muerte de su familia y jura matar a Kuroro por haber puesto a su familia en ese templo.
Al salir de la aldea se cruza de nuevo con el monje de la aldea y decide maldecir a Madara llevando las cenizas de su familia pegadas a la piel y así que la gente viera que los terribles hechos que había cometido, haciendo luego honor en el futuro del apodo "Fantasma del ejercito".