prologo fe historia inconclusa :P

El asesinato.

Día miércoles, odiaba quedarse en casa ese día. Los usaba para asistir casi religiosamente a la función del cine de la tarde, en “The Thalon”. Era su costumbre, quedarse hasta tarde y ver hasta el final de los créditos y esperar a que todos se fueran, sola, indefensa, casi como rogando que algo le pasara. Así que esa tarde la seguí, me escondí en la sala de cine y espere a que llegara, sabía que vería el último drama de Bayona. Últimamente ha adquirido ese gusto por películas de terror. Irónico. Tan pronto como termino su película comenzaría su historia de terror.

La verdad me fue censillo, tuve tiempo de prepararlo todo mientras fumaba un ultimo cigarrillo en el estacionamiento, no podía fumar en casa, le preocupaba por su hija. Pronto no tendrá que hacerlo.

Entre las sombras me acerque a ella. No me dio importancia, seguramente pensaría que le pediría ver la hora. Suelta el cigarrillo y trata de correr, entupida, no valía la pena. Los gritos y forcejeos cesaron tan pronto como comenzaron; el cloroformo hizo su efecto y sus gritos y arañazos, cesaron. Nadie estaba para socorrerla.

Busque en su abrigo y saque sus llaves, la subí a su enorme camioneta, seguramente un regalo de su asqueroso marido. Y fuimos rumbo a los galpones del muelle… los sucesos importantes suelen ocurrir en el mismo lugar, y tiene sentido que para esta venganza sea así o quizás solo sea porque me estoy poniendo sentimental. La mujer despierta tras recibir un balde de agua fría, se aterra y trata de moverse, su cara gesticula una mueca de horror que me provoco un cosquilleo en las entrañas; atada en una fría silla de metal incapaz de moverse, sabia que le podría ocurrir.

Grita y llora un largo rato, no sabia quien era ni donde estaba, su esposo jamás le contó de sus negocios y reuniones lo cual era natural. Trata de soltarse y me ordena q la suelte, “¡perra!” le digo “aquí no mandas, sufrirás para que tu esposo viva el verdadero infierno que tu y el merecen”

La tortuosa sesión tardo muchas horas, ya era de noche, pero no importaba, quería darme todo el tiempo del mundo para que sufriera, lo tenia todo listo, cada instante de dolor tras romperle un dedo del pie solo para que se diera cuenta que no jugaba; cada quemadura en la espalda para que tragara a fuerza la sucia droga de su marido. Al final entre alucinaciones de terror y el dolor rogaba que terminara. Era un simple animal y la seguí tratando como tal. Me daba asco verla así, pero ese mismo asco me motivo a continuar. Seguí, la ahorqué consecutivamente con la bufanda, pero no suficiente, quería prolongar el momento. La agonía…mi Justina.

Tras un hombro dislocado, 8 dedos machacados, 5 quemaduras (una en un pie y el otro en la frente) y 3 cortadas, llego el alba, ella tragó una ultima bocanada de la sustancia y fue cuando sus deseos se cumplieron. Al final mi firma, un tajo limpio, sus entrañas podridas delicadamente guardadas en una bolsa para que estuvieran al lado de ella cuando la encontrara al día siguiente. No por arte, no por vanagloriarme del acto que acababa de cometer ni de los que vendrían. Solo una marca para que ese entupido comprendiera que del infierno no había escapado, y me aseguraría de eso. Cuando el jueves por el medio día la encontraran casi como en charola de plata.

la verdad esta muy bueno...si lo seguis escribiendo yo la sigo leyendo a la historia xq me re compenetre